MI PERRO COME CACAS EN LA PARQUE. ¿QUÉ PUEDO HACER?

No son pocas las personas que se encuentran con este problema en el parque. Y aunque es evidente que la solución más coherente sería el que todas las personas fuésemos responsables limpiando inmediatamente los excrementos de nuestros canes, como dicta la ley, lo cierto es que personas sin civismo ni educación, desgraciadamente hay en todos los colectivos, incluyendo al de propietarios de perros.

Quiero ayudarte a entender y solucionar este problema, voy a darte algunos tips para que te pongas manos a la obra y lo evites, si aún estás a tiempo, o lo soluciones adecuadamente volviendo a disfrutar de los lametones de tu perro sin preocupaciones.

Es importante distinguir que algunas cacas de otras especies son un "manjar" para nuestros perros. Es el caso de cacas de gato o humano. Además hay que tener en cuenta que en los cachorros existe un periodo de exploración donde agarrar y saborear ciertos excrementos en sus paseos campestres, es algo normal. Cacas de conejo, vaca, burro, cabra, es normal que tu cachorro sienta curiosidad e investigue, al igual de normal que es, que está conducta se le va a pasar aunque no hagas nada.

Pero si tu perro come las heces de otros perros e incluso sus propias heces, estamos ante un problema de conducta. Quiero que entiendas que las razone de este problema están más relacionadas con el estrés y la ansiedad que con la territorialidad o falta de nutrientes, como en ocasiones he escuchado.

3 causas por las que tu perro come heces de perro o sus propias heces y como solucionarlo:

Regañarle cuando hace sus necesidades en el sitio equivocado o mostrar ansiedad a la hora de limpiarlo podrían derivar en un mal aprendizaje por asociación:

Cuando regañas a tu perro al verle hacer sus necesidades fuera del empapador,  lo más probable es que aunque capte tu enfado, lo asocie al hecho hacer sus “cosas” en tu presencia. Con tal asociación negativa, la próxima vez irá a esconderse para que no le veas hacerlo o intentará eliminarlo comiéndolo con el único objetivo de que no te disgustes con él. 

También las prisas extremas y el nervio a la hora de limpiar los excrementos de tu perro en casa cuando está aprendiendo, pueden derivar en este problema. Algunos perros, por simple curiosidad huelen sus excrementos tras depositarlos, sin mayor motivo. Nuestras ansias por evitar que se acerquen a ellos, pueden derivar en que acaben comiéndoselos.

La ansiedad que algunas personas muestran cuando sus perros olisquean cacas de otros congéneres buscando simplemente y como es natural, información, puede derivar en este problema a consecuencia de la ansiedad trasmitida. 

Algunos perros buscan comida en el paseo, por hambre o aburrimiento:

Aunque no es conveniente darles de excesiva comida antes de hacer ejercicio, podemos llevar al paseo algo de su pienso o snacks y entrenar un poco juntos o hacerle algún juego divertido motivado por la comida. Este tipo de rutinas además fortalecerá nuestro vínculo y hará que nuestro perro deje de estar tan pendiente del entorno para estarlo de nosotros.

1. Regañar al perro por comer heces, aunque se de cuenta de nuestro enfado, no arregla el problema.

Tanto si come heces de otras especies, lo cual es hasta cierto punto normal, como si come heces propias por un problema de conducta, regañarle por ello no es la forma adecuada de poner solución al problema.
En lugar de esto puedes:

2. Llevar snacks o pienso al parque y hacer juegos y entrenamiento sencillo con tu perro.

Evitara que tu perro este más pendiente del entorno que de ti  y se entretenga buscando comida o lo que el considera comida. 

3. Entrenar el deja y el suelta fuera de la situación.

Nadie va a un examen si haber estudiado, ni a una final sin haber entrenado, al menos no debería, si quiere tener éxito. Con tu perro es exactamente lo mismo, si quieres que responda adecuadamente en una situación real, no te queda otra que entrenar antes en situaciones más sencillas. Por ejemplo, entrenar el suelta en casa con su pelota o juguete favorito. 

4. Pasear relajado y usar la correa para entrenar el autocontrol y una conducta alternativa en la situación real.
 

Ahora toca practicar en la situación real, y para ello es conveniente tomar mediadas de seguridad. Ponle un correa larga y camina con el ayudándole a rechazar las “tentaciones”. Te recomiendo ser paciente y confiar en la capacidad de tu perro de superar el reto con tu ayuda.

Cuando elija no comer porquerías y te mire dale uno de sus snacks favoritos y una muestra de tu cariño.

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